La Audiencia de Zaragoza ha declarado el concurso de acreedores de la farmacia no culpable, lo que permitirá al farmacéutico solicitar lo que popularmente se conoce como ‘segunda oportunidad’ para no hacer frente a la millonaria deuda.
El farmacéutico zaragozano para el que piden 17 años de cárcel por, presuntamente, llevar a la ruina su farmacia comprándose un Porsche Panamera (valorado en casi 80.000 euros) acaba de ganar una sentencia que podría ahorrarle los más de dos millones de euros que adeuda. La vista en la que se juzgará a Félix G. B. por delitos de insolvencia punible, apropiación indebida, administración desleal y estafa todavía no tiene fecha. Es decir, la pena de prisión planea todavía sobre él. Sin embargo, el encausado acaba de conseguir que la Audiencia Provincial de Zaragoza le declare no culpable del concurso de acreedores que pesaba sobre la farmacia. Y ello podría dejar sin cobrar a un larga lista de acreedores.
Como informó HERALDO, al farmacéutico lo denunció su ahora exesposa acusándolo de haber llevado deliberadamente a la bancarrota el negocio que compartían desviando miles de euros de la recaudación de la farmacia a una cuenta particular y dándose una vida de lujos. Porque la mujer no solo le reprocha a su ex que se comprara un vehículo de alta gama como el Porsche Panamera cuando no estaba pagando ni el alquiler de la farmacia. En su denuncia, esta asegura que el investigado aprovechó ese dinero para costearse hoteles y restaurantes de lujo en Marrakech o selectos clubes privados en Ibiza.
Hasta 191 insolventes aragoneses se acogen a la Ley de la Segunda Oportunidad
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El letrado Marco Antonio Navarro, que defenderá a Félix G. B. en el juicio penal, considera “totalmente desproporcionada” la pena de 17 años de prisión que solicitan para su cliente. “Nos piden lo mismo que por un homicidio”, dice. Niega además que el farmacéutico se aprovechara de la recaudación de la caja para costearse caprichos y asegura que todo el dinero del negocio se destinó a pagar a los acreedores. Pero lo cierto es que la céntrica farmacia zaragozana, por la que se habían pagado 1,6 millones de euros cuando se compró, se vio abocada al cierre dejando una deuda de tres millones. Y será un tribunal quien dictamine si el encausado cometió o no algún delito.
Una deuda de 2 millones puede quedar a cero
Y ¿por qué la deuda de más de dos millones de euros que arrastra el farmacéutico podría quedar a cero? Complicado, pero a la vez sencillo. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Zaragoza declaró el concurso de acreedores de la farmacia culpable, inhabilitando a su titular y reconociéndole una deuda de tres millones de euros (los perjudicados son los laboratorios que suministraban medicamentos, bancos, empleados, etc). Para el juez, el hecho de que el farmacéutico vendiera el Porsche Panamera y no destinara el dinero a pagar a los acreedores sino, supuestamente, a sus lujos, lo hacían culpable. Sin embargo, la Audiencia Provincial lo ha entendido de otra manera.
La compra de un Porsche de 80.000 euros le arruinó el negocio y podría llevarle preso
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El tribunal de la Sección Quinta ha echado atrás la resolución del juez de los Mercantil al dar por válidos los argumentos de la defensa, a cargo de la abogada Irene Romea. Según esta, no podía reprocharse al farmacéutico que distrajera los ingresos de la venta del Porsche en perjuicio de los acreedores porque el vehículo ni siquiera era suyo. Y es verdad, puesto que lo estaba pagando por el sistema de leasing y la dueña era la entidad financiera (la verdaderamente perjudicada).
La Audiencia recuerda que la acción del encausado no está exenta de responsabilidad, puesto que vendió un coche de lujo que no era suyo y consiguió encima embolsarse miles de euros. Pero de ello deberá responder ante la jurisdicción penal, dice el tribunal, que es donde se le están pidiendo hasta 17 años de cárcel.
Llegado a este punto, cabe preguntarse por qué el farmacéutico puede quedarse libre de una deuda millonaria. Y por difícil de entender que resulte, la explicación la tiene la ley, que permite al investigado solicitar una segunda oportunidad (lo que técnicamente se conoce como ‘BEPI’ o Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho) cuando el concurso de acreedores se declara no culpable. Así, cuando la sentencia sea firme -todavía cabe recurso ante el Supremo- y si el proceso penal pendiente no prospera, podrían volatilizarse los más de dos millones -se han satisfecho ya casi 800.000 euros durante el concurso de acreedores- que todavía le quedaban por pagar.
El abogado Javier Lagunas Navarro recuerda que la ley concursal exige que el deudor no haya sido condenado en sentencia firme en la vía penal por delitos patrimoniales para obtener ese perdón. En el caso de que existiera un proceso penal pendiente, el juez del concurso deberá suspender su decisión respecto a la exoneración del pasivo hasta que exista sentencia penal firme.